viernes, 24 de octubre de 2014

¿Proyecto Leonel Presidente?

Con los aportes del  científico norteamericano George Lakoff quedó claro que las palabras tienen poder para estructurar el pensamiento, las percepciones, los valores y las actitudes que tienen las personas de su realidad.

Entre nosotros el profesor Juan Bosch de alguna manera, como político fino y excelente escritor que fue, también tenía una conciencia del valor y el poder de las palabras para estructurar la realidad que percibimos.

Por eso el maestro de la política dominicana pudo conectar con los electores en el 1962, en su mayoría campesinos con un muy bajo nivel cultural, y ganar aquellas elecciones con el 59 por ciento de los votos.


Más adelante en el tiempo, Bosch, al crear el PLD, puso mucho celo en los conceptos y términos con los que se iban a denominar sus concepciones y prácticas, pues todo tenía que estar en armonía con la misión y la visión de la organización que el mismo denominó «un partido nuevo en América»

El mismo Bosch empleaba de manera pública, enfática y reiterativa  la terminología que permitiría que el PLD se instalara en la mente de los dominicanos como un partido diferente.

Así le escuchamos hablar incansablemente de organismos, unificación de criterio, centralismo democrático, etc.

Pienso en todo esto motivado por una carta que he recibido,  firmada por dos miembros del Comité Central y un presidente de Comité de Base, con el siguiente mensaje en el  membrete «Proyecto Leonel Presidente, 2006»

Para  mí este es un mensaje desconcertante.

La palabra «proyecto», en este contexto,  remite a un marco conceptual diametralmente opuesto a lo que significa en términos político el PLD, creado como una negación del PRD en tanto que este se caracteriza por el hecho de ser una organización en la que cada uno de sus alto dirigentes tiene un «proyecto» particular, diferente y antagónico al de los otros.

Por eso en su momento el proyecto de la  «Avanzada Electoral» encabezado por Salvador Jorge Blanco enfrentó de manera radical al «proyecto» de Jacobo Majluta hasta el punto de preferir que ganara las elecciones del 1986 el doctor Joaquín Balaguer.

Por eso Jacobo Majluta con su proyecto «Frente de Convergencia Democrática» enfrentó  de manera radical al proyecto de José Francisco Peña Gómez y luego salió a formar su propio partido, el PRI.

Por eso Hipólito Mejía con su Proyecto Presidencial Hipólito, PPH,  impuso la reelección, dividió al PRD  y luego decidió fundar otra organización política.

En el PLD el «proyecto» es el de la organización, no el de un individuo u otro, y más que de «proyecto» se habla, como corresponde a una organización moderna, de una misión y una visión, aquellas que formulara de manera magistral el profesor Juan Bosch, dándole trascendencia histórica y elevándola al punto más álgido de los valores cívicos y patrióticos: completar la obra inconclusa de los padres de la patria.

La expresión «Proyecto Leonel Presidente» suscita un marco individualista más que colectivo, abdica nuestros valores y nuestras mejores tradiciones. Yo no creo que Leonel Fernández esté de acuerdo con ese esperpento lingüístico.

Al contrario, es el mismo Leonel Fernández quien nos advierte sobre la necesidad de contar con militantes que tengan ideas y valores claros.

Fernandez aborda la importancia de las ideas en una disertación que lleva como título «Hacia una nueva visión de la Formación Política en el PLD» que se puede encontrar en Youtube,  en la que plantea:

«Una organización política necesita tener gente que domina lo que se llama el aparato ideológico del Partido, que es el conjunto de las ideas, valores y principios que tiene esa organización, porque de lo contrario los de la organización opuesta trataran de convencer a los nuestros de que no tenemos visión, de que no tenemos norte, de que no sabemos por qué estamos luchando, por qué estamos participando en la lucha de la cual somos parte y sobre esa base se entra en una debilidad, los demás nos pueden convencer y nosotros sucumbir en la lucha política. En el mundo de hoy es clave eso que se llama batalla de las ideas, al final todo es eso y si un partido no educa a sus miembros en entender las ideas que defiende, entonces esa organización política va a sucumbir»

Pero además es una verdadera ironía histórica, copiar la terminología de la organización política a la que se ha derrotado en cinco procesos electorales consecutivos, cuando debería ser la organización perdedora la que se revise y copie los métodos de los vencedores.

Alguien podría pensar que todo esto es mucha alharaca por unos simples términos. Es que más que términos podríamos estar asistiendo a un proceso de deterioro de nuestra identidad política que como siempre se muestra a través de las palabras que usamos, las que dejamos de usar.

Esto no es un hecho aislado. Durante el proceso presidencial pasado, por ejemplo, vimos atónitos como  nuestros Comités de Campaña pasaron a llamarse Comandos de Campaña, otra triste expresión de pérdida de identidad organizacional.

Hablar de «comando» remite a marcos mentales militares, de dirección vertical, autoritaria, donde las ordenes son tomadas por individuos y deben ser obedecidas sin opinar.

En cambio, hablar de «comité» remite a un marco más democrático, un tipo de organización más horizontal, donde la opinión de todos importa, se valoriza el consenso y la decisiones son tomadas con métodos democráticos. Algo más parecido a lo que Juan Bosch proyectó para su partido.

Yo propongo que recapacitemos, que retomemos nuestros términos, nuestros valores y nuestra identidad, que cuidemos, en fin, nuestro lenguaje, el portador por excelencia de nuestra identidad política e ideológica.

@LeonelFernandez
#leonelfernandez




¿Por qué el barrio Puerto Rico debe ser considerado como un Bloque?

Para determinar cuántos y cuáles son los Bloques de Intermedios que existen en nuestra circunscripción debemos definir previamente qué es un Bloque de Intermedios.



En ese sentido entiendo por Bloque de Intermedios a un conjunto de Comités Intermedios que generalmente surgieron de un mismo Comité Intermedio, comparten un área geográfica común en la cual sus dirigentes llevan a cabo su accionar político cotidiano,  por lo que sus dirigentes son conocidos en la comunidad y estos conocen a sus moradores.

Los dirigentes de un Bloque conocen la ubicación exacta de los espacios de reunión que hay en su localidad, conocen a los líderes locales políticos, religiosos y comunitarios; están conscientes de  los problemas que los afectan y pueden coordinarse con facilidad para emprender acciones en común.

Tradicionalmente los Intermedios de los Tres Brazos y los del barrio Puerto Rico son tratados como un solo bloque. Esta práctica errónea se debe a que estas dos áreas, Los Tres Brazos y el Barrio Puerto Rico, pertenecían a un solo Comité Intermedio, el Bolívar Evertz Matos, organismo matriz.

Pero considerar que el barrio Puerto Rico y Los Tres Brazos constituye  un solo bloque es tan descabellado como pensar que el barrio Invi y Vietnam son un mismo bloque porque originalmente pertenecían al área del Comité Intermedio Ramón Matías Mella, que le dio origen a ambos bloques y sus correspondientes organismos.

Hasta el año 2000 en Los Mina sólo existían dos Comités Intermedios, el General Gregorio Luperón y el Ramón Matías Mella. Estos dos organismos dividieron a Los Minas en forma más o menos equitativa, resultando con más área geográfica que la podían cubrir efectivamente. En aquellos tiempos un solo Comité de Base cubría el espacio que hoy cubren treinta y cuatro Comité Intermedios.

En este nuevo contexto los Comité Intermedio que integran el barrio Puerto Rico deben ser considerados como un Bloque, completamente independiente de Los Tres Brazos.

Los Tres Brazos y el barrio Puerto Rico son comunidades distantes, tanto que existen rutas de transporte para movilizarse de un lugar a otro, además, ambas comunidades están separadas por varias urbanizaciones como son Las Frutas, Moisés y Las Flores.

Durante el último proceso electoral, por ejemplo, vivimos la experiencia traumática de ser considerados como parte de Los Tres Brazos. Una de las consecuencias negativas fue que a las reuniones convocadas en locales de esa demarcación asistieron muy poco dirigentes de los Comités Intermedios del Barrio Puerto Rico. Estos alegaban que el punto de reunión estaba muy lejos, o que no tenían dinero para transportarse o que no sabían llegar hasta el lugar.

Más recientemente al aspirante a diputado por el PLD, el compañero Luis Alberto, realizó un encuentro masivo en la cancha «Los Dinámicos» un local del entorno del barrio Puerto Rico, y me costó mucho orientar a compañeros presidentes de Intermedios de los Tres Brazos sobre la ubicación de ese lugar.

La creación de Bloques Políticos obedece al objetivo de dinamizar el accionar político, facilitar la integración de los dirigentes y abrir nuevos espacios al liderazgo local. Someter los Comités Intermedios a la jurisdicción de Los Tres Brazos conduciría a todo lo contrario: desanimar a los compañeros y desconocer al liderazgo del barrio Puerto Rico.

Creo que los dirigentes de esta área de trabajo debemos unificar criterios y emprender acciones destinadas a que se nos reconozca como un Bloque de Intermedios independientes.