Alfonso Caraballo
Después del anuncio de sanciones
del gobierno norteamericano contra Felix Bautista varios periodistas han
revelado que conocían la medida, que según ellos, tenía meses circulando en
calidad de rumor.
Mirando el evento en perspectiva
podría entenderse que también Hipólito Mejía sabia la especie, y quizás algunos
retazos pendientes, y de allí su
regocijo al anunciar la muerte de Leonel.
Pero al saber que las medidas
norteamericanas contra Bautista se deben a supuestos hechos cometidos hace más
de seis años, cuando Leonel Fernández era presidente y en consecuencia su
inseparable pupilo podía tener la capacidad de usar la influencia para su
propio beneficio económico, se impone reflexionar por qué la medida se toma
justo en este momento.
Qué ha pasado justo ahora para
que el gobierno de los Estado Unidos sancione solo y exclusivamente a Felix
Bautista por supuestos beneficios ilícitos tras la crisis humanitaria en Haití,
sobre todo cuando Hillary y Bill Clinton no han podido explicar con claridad el
destino final de miles de millones de dólares que la comunidad internacional canalizó
a través de su fundación sin que se le haya tocado ni con el pétalo de una rosa.
Cuando se extiende la mirada en
el horizonte político sobresalen dos eventos cuyo calibre podrían conducir por
lo menos a más de una hipótesis
plausible.
En primer lugar está el cambio de
posición de la República Dominicana hacia Venezuela, respaldando las medidas de
la superpotencia contra ese país.
Ese tipo de decisiones no siempre
se toman por simple y puro cambio de opinión. Ese tipo de asunto suele
decidirse en base a negociaciones cuyos entresijos no suelen salir a la luz
pública, por lo que no queda otra opción que leer la sucesión de los hechos,
para adivinarlos hasta donde sea posible.
Tras ese respaldo de República
Dominicana a Estado Unidos se logra el milagro de que la pequeña nación
caribeña ocupe un lugar, por primera en la historia, en el Consejo de Seguridad
de Naciones Unidas.
¿Pero qué tiene que ver todo esto
con las medidas contra Félix Bautista?
Para armar este rompecabezas no
queda otra opción que pensar que en los
escenarios donde se discutieron estos relevantes temas internacionales en base
a intercambios de beneficios mutuos se
filtrara un expediente tan específico, tardío y letal como el que ahora sirve
de base a las decisiones de dos instituciones del gobierno norteamericano con
la solicitud de un favorcito extra: tirar el bombazo justo en el momento en que
el inquieto senador aparezca públicamente junto a un Leonel Fernández
desplegando sus alas, con la aviesa intención
de matarlo pichón.
Todo parece que los cerebros que
fraguaron el quirinazo se tomaron su tiempo para vertebrar el visazo.
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